La pandemia actual se ha encargado de mantenernos en casa por un tiempo cada vez más indefinido. Junto con ello, cifras rojas no parecen estar listas para descender pues la violencia familiar y la violencia de género , según los reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), registraron incrementos de 23.4% y de 100.7% respectivamente.

En adición a lo anterior, la violencia de género en todas sus modalidades aumentó en delitos de 147 a 295, en marzo de 2020, respecto al mismo mes de 2019. Así lo menciona Forbes en uno de sus artículos:

“La realidad, por ahora, nos hace pensar que las mujeres, y sus hijos, que viven violencia intrafamiliar podrían terminar por normalizarla o resignarse a ella, ante la suma de otras preocupaciones más apremiantes como asegurar un ingreso”.

Y es que es indudable, el tiempo en el que vivimos puede ser descrito como críticos desde muchas perspectivas y ópticas. Esto va más allá de lo económico, pues la salud física y mental, las relaciones laborales y amistosas, y hasta con nosotros mismos se han visto desafiadas ante estas condiciones complejas. 

Ahora bien, esto no quiere decir que la adversidad justifique el incremento en violencia de género. Así lo menciona o define la ONU:

 “La violencia contra las mujeres y niñas es la violación de los derechos humanos de las mujeres más extendida que las afecta en todo el mundo, tanto en espacios privados como públicos. Las causas de esta violencia son la desigualdad y la discriminación de género, así como las normas sociales y las masculinidades nocivas aún vigentes en nuestras sociedades.”

Una alternativa que puede salvar a muchas mujeres

Es por ello que consideramos necesario no solo denunciar este aumento en los casos de violencia doméstica y de género. La intención es acercar a las y los lectores, algunas herramientas para saber qué hacer en caso de que  ellos, sus conocidos y familiares se vean expuestos a una situación de esta índole.

Comencemos por la solución propuesta por la organización Canadian Women´s Foundation. Esta consiste en una forma discreta para que las víctimas de la violencia de género puedan pedir ayuda sin llamar la atención de su agresor.

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Mediante una videoconferencia, con un simple gesto de su mano, aún estando en silencio, puede mostrar a la persona con la que hace la videollamada que está en riesgo de abuso o violencia y que precisa ayuda.

¿Cómo funciona este sistema?

Se debe levantar cuidadosamente la mano para después estirar los dedos, meter el pulgar en la palma y terminar cerrando completamente el puño. La sutileza del gesto es lo que convierte a esta alternativa en un mensaje oculto bastante sencillo de ejecutar.

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Adicionalmente, personajes como Rashda Khalid lo han puesto en práctica a través de plataformas digitales como Tik Tok, para así esparcir el mensaje y demostrar la facilidad de su aplicación, así como su efectividad.

Aprovechemos la cercanía con los dispositivos electrónicos que el encierro ha propiciado y hagamos uso de esta Señal de Ayuda para evitar la violencia de género. 

Antena 3

¿Es esta la única alternativa?

Por supuesto que no. Las líneas telefónicas han persistido como aliados relativamente fiables en casos de emergencia. Y la violencia de género no es la excepción. Por ello, el número 800 10 84 053 se presenta como solución a aquellas mujeres expuestas a una situación de violencia.

Mediante esta línea se brinda atención a través de la línea telefónica a mujeres, sus hijas e hijos en situación de violencia de género, en cualquiera de sus modalidades y tipos, proporcionando intervención en crisis, apoyo psicológico y asesoría jurídica de primer contacto.

Ahora que tienes algunas herramientas a tu disposición, no temas alzar la voz para ser escuchada o escuchado. Ya sea por el método de la seña o a través de la vía telefónica, es momento de dejar atrás la violencia de género.