Crouching Tiger, Hidden Dragon (2000) es una de esas joyas raras que nos acercan a la cinematografía oriental. Esta es una aventura en la que se cruzan historias de amor y de venganza, largas peleas de Kung Fu en ciudades, desiertos y bosques y algunas lecciones filosóficas de China que convergen en un poderoso mensaje final.
La historia de Crouching Tiger, Hidden Dragon
Li Mu Bai (Chow Yun-Fat) ha decido retirarse de su vida como guerrero para poder quedarse con la mujer que siempre amó, después de encontrar un vacío doloroso en el camino hacia el desapego material. Sin embargo, dejar atrás su pasado como aprendiz y guardián de los secretos del Wudang (un estilo de artes marciales) no le será tan fácil, pues los problemas del pasado y presente no paran de acecharlo.
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Tanto Li Mu Bai, como Shu (Michelle Yeoh), su amor frustrado, se enfrentarán contra los deseos de la hija del Gobernador de Pekín, quien está por casarse a beneficio de su padre. Esta misteriosa muchacha guarda secretos y anhelos que se irán revelando conforme avanza la historia para nutrirla de aventuras. El triunfo no lo obtendrá el personaje más astuto o fuerte, sino aquel que tenga la motivación más firme de hacer su vida a partir de sus deseos y anhelos, ¿quién será?
Esta pequeña sinopsis no es más que una probada de todos los temas que trata la película. Es muy poderosa en ojos occidentales porque abre el diálogo con los deseos humanos como factor determinante de nuestro futuro, y desde una perspectiva más allá del querer y el poder, lo hace desde la libertad.
La dirección de Ang Lee
El director de la cinta, Ang Lee, creó un homenaje emocional de artes marciales a todas las antecesoras que lo nutrieron en su juventud, estos clásicos orientales suelen tratar de una aventura que se desarrolla con las características de un drama metafórico y un comentario social junto con escenas de intensas peleas a muerte.
También la forma es muy poderosa, pues es un relato lleno de la cultura y tradición China en su diseño de producción y sonoro. Estamos en la época donde la civilización China aún estaba rodeada de carrozas, caballos, emperadores, guerreros con espadas y luchadores de Kung Fu rondando por las calles. Todo esto se aprecia y enriquece la experiencia gracias al buen trabajo de los dos ámbitos mencionados anteriormente. Incluso las peleas van mejorando conforme avanza la película, en un principio solo debemos adaptarnos a algunos movimientos raros que los actores truquean con cables. Esto llega a ser irrelevante una vez nos sumergimos en el drama.
Por último, las actuaciones son un retrato fiel al papel de cada personaje. Nos encontraremos con diversas personalidades que se encarnan en seres sentimentales y emocionales de una época lejana a la nuestra, aunque las metas y anhelos trascienden en el tiempo.
En pocas palabras, la película es una obra maestra del siglo XXI que retrata una época fantástica y antigua, siendo un homenaje a todas las películas de artes marciales del pasado. Es un relato antiguo Oriental con increíbles valores técnicos y narrativos, en una historia de aventura, peleas y drama.
Ficha técnica: Crouching Tiger, Hidden Dragon (El Tigre y el Dragón). Año: 2000. País: China. Género: Acción, aventura y fantasía. Clasificación: PG-13. Director: Ang Lee. Actores: Chow Yun-Fat, Michelle Yeoh, Ziyi Zhang. ¿Dónde ver? Netflix
