Faltan sólo dos semanas para que The Last Dance, el documental de Michael Jordan llegue a su fin. En estos dos episodios (cinco y seis), vimos dos caras distintas de la fama y sus consecuencias. Además de documentarnos dos de las mejores finales en la historia de la NBA. En donde, obviamente, los Chicago Bulls volvieron a hacer lo imposible en los años de 1992 y 1993. Parecía que para los Bulls, ganar y batir récords era como respirar. También el quinto episodio estuvo dedicado en memoria de Kobe Bryant, del cual ya van casi cuatro meses de su fallecimiento. 

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El lado bueno de la moneda

Para explicar la siguiente parte, le haré una pregunta al lector, ¿te gustaría ser famoso? Imagina que eres el mejor en lo que más te apasiona. Ya sea como empresario, escritor, pintor, deportista etc. Ahora resulta que el peso de la fama comienza a oprimirte en el pecho a tal punto de casi asfixiarte. Así es como se sentía Jordan a finales de 1992. 

Para esta fecha, los Bulls habían hecho, nuevamente, algo sumamente histórico. Ganar, por segundo año CONSECUTIVO un campeonato de la NBA. En esta ocasión, los Portland Blazers y los Chicago Bulls, eran los dos equipos más famosos y competitivos. Pero nada comparado con el poder de Michael Jordan y su habilidad para batirlos con triples. En esas finales, se negaban a dejarse caer por los Blazers. Así que metió seis triples en la primera mitad del juego, un acto que lo subía poco a poco en el pedestal al que estaba destinado. 

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En ese mismo año del 92, los Juegos Olímpicos se realizarían en Barcelona  y el mundo estaba en la espera de conocer al equipo que cambiaría la forma de ver el básquetbol hasta convertirlo en un espectáculo: El Dream Team, el equipo se conformaba por los mejores jugadores que, hasta la fecha, se encontraban en la NBA, como por ejemplo: Scottie Pippen, Larry Bird, Chris Mullin, Charles Barkley, «Magic» Jonhson, Michael Jordan, entre otros. 

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The Last Dance, Todo lleva un costo

Pero aquí nos adentraremos en el otro lado de la moneda. Para esta época, Michael Jordan era el modelo a seguir en casi cualquier parte del mundo. Todos querían ser como él, estar con él, todos deseaban un pequeño pedazo que Jordan pudiera ofrecer.

En algún momento, esto llega a frustrar y sobre todo a asfixiar. Así fue como Michael, a pesar de no para de ganar y ganar partidos, todos a su alrededor, en especial la prensa, siempre querían algo de él. 

Estos dos capítulos hablaron sobre la fuerza de voluntad de un jugador para sobrellevar las críticas en su contra y seguir haciendo lo que más le gusta. Otro punto a destacar, fue el impacto de estos jugadores en la época de los 90 y cómo sus figuras se convirtieron en marcas importantes, como Nike, Adidas o Converse. Más que nada, el hecho de que Michael, siendo un novato, saliera adelante con su línea de tenis deportivos conocidos como Air Jordan, porque justamente eso es lo que Jordan hacía. Sus saltos dentro de la cancha y su forma de jugar, era casi tan feroz como un viento huracanado. 

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