Cerca de mil 400 personas se reunieron en un concierto, todo esto con el fin de participar en una investigación que podría ayudar a crear buenos lineamientos de seguridad para los eventos en vivo. El concierto se llevó a cabo en la mañana del sábado 22 de agosto por el cantante Tim Bendzko en la Arena Quarterback Immobilien, Leipzig, Alemania. 

¿Cómo se hizo el concierto?

El estudio Restart 19 fue dirigido por Stefan Moritz y realizado por un equipo de la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg. La audiencia, conformada por voluntarios, fue equipada con rastreadores individuales y desinfectantes de manos con tinte fluorescente. Todos los asientos fueron asignados cuidadosamente para investigar los riesgo de infección.

Previamente, todos los voluntarios hicieron una prueba de Coronavirus y al llegar se les tomó la temperatura. Se les pidió que simularan tres diferentes modalidades de conciertos: sin distanciamiento social, con medidas moderadas y con medidas estrictas.

Cada una contaba con presentaciones de Bendzko y un descanso, durante el cual los participantes simulaban ir a los vendedores de comida y bebida y hacían visitas al baño. Mediante los rastreadores se vigilaba el número de veces que los asistentes se acercaban entre sí. Se usaron lámparas ultravioletas para detectar qué superficies estaban más cubiertas con el tinte fluorescente al terminar el día.

Los resultados

Los investigadores esperan poder utilizar los resultados para determinar qué elementos suponen un mayor riesgo de transmisión, para ayudar a crear lineamientos y limitar esos peligros.

Philipp Franke, gerente del estadio, espera que los resultados del estudio permitan a los políticos tomar decisiones informadas sobre la reanudación de los conciertos y los deportes en espacios cerrados.

“Los eventos culturales son socialmente importantes. Una sociedad necesita esos eventos para encontrar alguna satisfacción y un escape”, añadió. 

Moritz dijo que quizás el hallazgo más interesante estaría relacionado con la propagación en aerosol. Hace poco, los científicos confirmaron que el virus puede permanecer suspendido en el aire, incluso durante horas en entornos cerrados.

“Es muy raro lo que sucede con estos movimientos de aire”, dijo. “Cosas que no esperarías”.

Para simular la propagación de los aerosoles, se utilizó una máquina de humo para crear una nube de niebla que subiera al techo. La propagación será comparada con datos recabados por los sensores de dióxido de carbono utilizados durante el estudio.

Moritz dijo que se esperaba que los resultados de la investigación estuvieran listos a principios de octubre.