El cine mexicano atraviesa por un momento complejo en la actualidad. A finales del año pasado, se dio a conocer que el Gobierno Federal redujo el presupuesto de cultura para el 2019, afectando directamente a la industria del cine. Sin embargo, los casos de éxito a nivel mundial de mexicanos involucrados en el séptimo arte han sido una constante en los últimos seis años.

Una breve repaso por los más recientes y reconocidos largometrajes con participación de mexicanos nos puede dar varias pistas sobre este tema. La mayor parte de los éxitos no son realmente producciones nacionales. Proyectos como Birdman, Gravity y The Shape of Water, nos muestran que si bien un mexicano puede comandar de manera ejemplar grandes rodajes, el equipo de producción y la inversión de capital nacional en películas con alcance mundial no es propiamente nacional.

Roma de Alfonso Cuarón se separa de las cintas antes mencionadas, ya que es una producción auténticamente mexicana; desde el realizador, hasta la dirección de sonido y los intérpretes.

Podemos decir que el talento nacional es bien reconocido y apreciado, pero la industria cinematográfica mexicana aún tiene un largo camino por recorrer.

La situación del cine mexicano en la actualidad

A pesar de los recortes antes mencionados, es destacable que algunas películas mexicanas están presentando números positivos. Sabemos que, como cualquier negocio, la rentabilidad es fundamental para futuras inversión.

Tal es el caso de No se aceptan devoluciones, estrenada en 2013. Dicha cinta finalizó con una recaudación de poco más de mil millones de pesos, algo parecido a los ingresos generados por la última entrega de Rambo.

Una cinta más actual que vale la pena mencionar es No manches Frida. La primera entrega de esta cinta, lanzada en 2013, finalizó con una recaudación de 13 millones de pesos; mientras que el segundo capítulo género más de 26 millones de pesos en ingresos.

Podemos ver entonces que se están dando los primeros pasos para que las casas productoras más importantes dirijan sus mirada a México.

Los Indicios apuntan a que el futuro del séptimo arte en el país será voltear a captar capital privado. Esto representa un mayor reto, ya que es necesario asegurar la rentabilidad; condición que no es indispensable en proyectos financiados con fondos públicos.

Quizá el mejor consejo para aquellos que buscan dar sus primeros pasos en el mundo del cine, es conocer las instituciones privadas que desarrollan proyectos cinematográficos independientes.