¿Algunas vez han probado un vino con un sabor capaz de hacerlos sentir como si flotaran en el espacio? Pues esta botella de vino seguramente sabe más o menos así, conoce más sobre la famosa botella, Petrus 2000. 

Se va a subastar en Christie’s una botella de vino Burdeos del año 2000. Lo que vuelve particular esta subasta es que el proceso de añejamiento de este vino es el primero en realizarse en el espacio. 

La botella completó su proceso de envejecimiento en la Estación Espacial Internacional. De acuerdo a la propia casa de subastas, el hecho de que este vino se haya añejado en el espacio exterior tendrá como resultado que el sabor del mismo dé la impresión de sea más añejo de lo que realmente es. 

Un vino con historia 

Imagínense, los orígenes de la botella ya la vuelven valiosa en sí. Resulta que este vinito proviene de un lote de 12 botellas de merlot Petrus 2000. Debido a ella, estas últimas cuentan con un valor de $6 000 US.

Si a esto le sumamos el especial proceso de añejamiento por el cual esta botella pasó, mismo que consistió en 438 días en la Estación Espacial, múltiples vueltas alrededor de nuestro planeta y exposición a los efectos de la microgravedad y de la radiación cósmica, nos encontramos con la receta perfecta para obtener un vino de otro planeta.

Según comentó Christie´s, fueron varios expertos los que catalogaron este vino añejado como “excelente”. Por su parte, la casa de subastas comentó que los panelistas describieron el sabor de esta bebida como similar a “pétalos de rosa y que olía a cuero curado o una fogata, además de que tenía un brillo naranja”. Qué poético suena, ¿no?

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En fin, esta botella astronauta volvió a casa el pasado 14 de enero, Y de hecho su regreso no fue para nada modesto, pues fue transportada en nada más ni nada menos que en una cápsula de Space X, cortesía de Elon Musk. 

¿Pagarían tanto por una botella?

Como les comentamos anteriormente, el lote del que proviene esta botella de vino ya le otorga un valor considerablemente alto. Sin embargo, las condiciones particulares del añejamiento de esto la vuelven un objeto de un valor mucho más alto. 

Lo esperado es que la botella alcance el millón de dólares durante la subasta, por lo que su empaque es un baúl personalizado, el cual incluye tanto la botella de Petrus 2000 como un sacacorchos hecho a mano con forma de meteorito y un decantador.

Si este vino consigue el precio estimado, se convertiría en la botella más cara de la historia, destronando al vino burdeos francés Romanee-Conti de 1945 que actualmente mantiene tal puesto. Este vino francés se vendió por $558 mil dólares en el año 2018.

Y para los que se pregunten qué pasará con el dinero que se recaude con la subasta de este vino espacial, ahí les va. Lo que se llegue a ganar en esta subasta será empleado para que Space Cargo Unlimited, compañía responsable de haber enviado las botellas a la Estación Espacial, pueda continuar investigando acerca del vino espacial.

Y para que vean, Space Cargo Unlimited no son precisamente novatos en su campo, pues cuentan con otros cinco proyectos relacionados con el vino. 

¿Y ustedes cuánto pagarían por probar este vino espacial?