Seguramente sabes que Francisco es el primer papa latinoamericano y que va a venir a México en febrero, pero ¿y ya? ¿Sabías que es jesuita, aficionado al futbol y que ha tenido relaciones tensas con políticos por mantener una postura firme y defender sus creencias?

El papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, es un argentino sencillito y carismático que ha llegado a sonreírle al mundo y a dar un gran ejemplo de humildad y caridad. Nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, en una familia de cinco hijos, de origen piamontés. Su padre, Mario Bergoglio, era contador y su madre, Regina Sívori era ama de casa.

Fuente: Sitio oficial de Santa Sede

Es socio y fanático del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, equipo de futbol que reside en Buenos Aires, Argentina. De joven recibió un título en técnico químico antes de ingresar al seminario a los 21 años de edad. En 1958 se unió a la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969.

Estudió Filosofía en el Colegio Máximo de San José y después Teología en el Colegio Máximo de San Miguel. También fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y más tarde en el Colegio del Salvador de Buenos Aires, ambos son colegios jesuitas.

En 1992 fue nombrado obispo titular de Auca y fue obispo auxiliar de Buenos Aires hasta 1998 cuando se le otorgó el cargo de titular. En 2001 el papa Juan Pablo II lo nombró cardenal. Tuvo enfrentamientos y tensiones con Néstor y Cristina Kirchner, presidentes argentinos, al oponerse rotundamente a la legalización del matrimonio y adopción entre personas del mismo sexo.

En 2013, tras la histórica dimisión de Benedicto XVI y dos días de cónclave, Roma vio humo blanco anunciando a Bergoglio como el sucesor de Pedro. Se hizo llamar Francisco en honor a San Francisco de Asís para seguir su ejemplo de humildad y pobreza de espíritu, dos cualidades que lo distinguen enormemente. En sus años de obispo nunca vivió en el palacio designado, tomaba el transporte público al trabajo todos los días y se cocinaba a sí mismo. Incluso, al ser nombrado Papa, pidió a los argentinos que no fueran a Roma a verlo y usaran ese dinero para la caridad, mientras que rechazaba vivir en la residencia papal oficial.

Se ha declarado conservador y defensor de la familia y ha criticado enormemente la corrupción, las injusticias económicas y ha invitado a los fieles a abrir los brazos a los más pobres. Entre sus publicaciones de libros se encuentran las encíclicas Lumen fidei y Laudato si.

El papa Francisco ha llegado a los corazones de millones de creyentes y no creyentes. Se ha acercado a los jóvenes y es muy popular en las redes sociales.

Fuente: Sitio oficial de Santa Sede

El primer viaje de su pontificado fue en julio de 2013 a Río de Janeiro, Brasil para reunirse con los jóvenes en la tradicional Jornada Mundial de la Juventud, instituida por Juan Pablo II.

En 2014 visitó Tierra Santa, en donde se reunió con varios rabinos; después fue a Corea del Sur, para llevar un mensaje de paz, y finalmente atendió a una reunión del Parlamento Europeo en Albania.

Comenzó el 2015 visitando Sri Lanka y Filipinas. En junio del mismo año fue a Bosnia y Herzegovina para promover la paz entre las diferentes nacionalidades y religiones. Al mes siguiente fue a Ecuador, Bolivia y Paraguay, los países más pobres de Sudamérica.

En septiembre visitó Cuba y Estados Unidos, dos países que después de muchos años de tensión empiezan a abrir sus puertas a la reconciliación. Se dirigió al Congreso Norteamericano en Washington DC, lo cual fue un hecho histórico y cautivante. Atendió el Sínodo de las Familias en Filadelfia donde pidió a los cristianos del mundo que lucharan por el amor, unidad y perdón en la familia, pues es lo más valioso y la base de la sociedad.

África no se ha quedado afuera, el pasado noviembre Francisco visitó Kenia, Uganda y República Centroafricana y dijo que la Misericordia ha sido el hilo conductor de sus viajes en el año. En febrero vendrá a México en dónde millones de fieles lo esperan con los brazos abiertos.

María Bolio