El cambio climático es una realidad preocupante, ha empezando a dejar estragos tangibles en nuestro planeta. Un ejemplo de ello, es el estudio publicado en la revista Earth’s Future, que pronostica que al final del siglo, el hielo del Ártico podría dejar de existir, si continúan las emisiones de carbono al ritmo de la actualidad. Lo que causaría la desaparición de especies endémicas, como los osos polares.

La desaparición del hielo Ártico

Desde finales de la década de los 70, se ha registrado una disminución constante del volumen de la capa de hielo en Ártico. Cada año, dependiendo de la temporada, el hielo se reduce o crece.

Siempre se mantenía en un límite inferior y superior acostumbrado, pero con el crecimiento de la temperatura en la región, debido al calentamiento global, los niveles mínimos de nieve en verano están llegando a puntos críticos. Al pasar de los años bajo estas condiciones, el volumen de hielo seguirá decreciendo y el límite superior en invierno será mucho menor de lo usual.

Es seguro que para la mitad del siglo actual, habrá una disminución de hielo importante. De esa realidad se desprenden varios escenarios.

El más optimista especula que si se logran reducir las emisiones de carbono y la temperatura global ostensiblemente, se podría salvar una sección de la última zona de hielo, que cuenta con el mayor espesor de nieve de toda la región. Actualmente esta porción del Ártico también se encuentra en peligro, aunque se pensaba que podría durar décadas, las consecuencias podría perjudicar a esta sección.

Osos polares en churchill

En el peor escenario, se especula que alrededor del año 2100 la capa ártica desaparecerá por completo en durante el verano, si se sostienen las emisiones actuales.

Osos polares

Los principales afectados del deshielo, son los ecosistemas y las especies que habitan dichos hábitats. El hogar natural de los osos polares es el hielo Ártico y si llegase a desaparecer, sería catastrófico los Ursus Maritumus. Tendrían que cambiar radicalmente su forma vivir y su alimentación, se ha documentado que no les genera la misma cantidad de nutrientes que en su dieta regular.

Foto: fotos.org

Otra posible consecuencia sería la migración forzada de la especie. Al no estar en su hábitat natural, podría desaparecer la denominación Ursus Maritumus, porque se reproducirían con otras especies como el oso pardo. Se especula que surgirán nuevos ecosistemas y que habrá nuevas especies que migrarán a este posible hábitat.