La famosa pintora mexicana, Frida Kahlo, nos ha dejado un legado de arte. Muchas de sus obras nunca se han visto. Conócelas
Hoy en día, Frida Kahlo es demasiado conocida, no solo en México, sino alrededor del mundo, gracias a su increíble talento con los pinceles.
Su famosa y reconocida uniceja, sus atuendos tradicionales mexicanos, sus trenzas con flores y su labial de color rojo, son algunos de los elementos que la distinguen como única y talentosa. Y esto se conoce mucho ya que varias de sus obras, son sus autorretratos. Estos muestran gran parte de su personalidad y cuentan su propia historia.
Aunque falleció en 1954, sus obras todavía perduran y son admiradas alrededor del mundo.
Las tragedias de Frida Kahlo
En sus pinturas se refleja intensamente el dolor y las tragedias que vivió; un accidente que la dejó con la imposibilidad de poder tener hijos, infidelidades por parte de su esposo Diego Rivera y el insufrible dolor corporal por el accidente. Sin embargo todas estas tragedias por las que pasó, la hicieron más fuerte e inspiraron a retratar en sus pinturas.
Se ha dado a conocer su vida a través de libros y películas que se han hecho en su honor. Donde retratan su trauma y su vida amorosa. Un reciente libro publicado por Taschen, ofrece sus pinturas completas y por primera vez, una visión de toda su obra como artista.
Sus obras poco conocidas
El historiador mexicano Luis Martín Lozano, mencionó que en Las cartas de Kahlo y Margarita, se habla del significado simbólico de las plantas, frutas y el jardín de Edén.
Él ofrece una nueva interpretación de una pintura de 1938 llamada «Tunas«, en la que representa tres de estas frutas en diferentes estados de madurez. Desde verdes y casi maduras, hasta de tonos brillantes y rojo intenso, como si estuvieran ilustrando la propia noción de Kahlo sobre su maduración como artista y persona.
El libro de las pinturas completas revela el gran compromiso de Frida Kahlo en el desarrollo del mundo del arte, su obra es una expresión desgarradora, instintiva del dolor femenino.
Sus pinturas expresan la gran curiosidad de Kahlo en abordar y experimentar varios movimientos artísticos. Desde la interpretación mexicana del modernismo y el cubismo, hasta el surrealismo.
También se ve su gran interés en los antiguos pintores del renacimiento. Ella los descubrió copias en la biblioteca de su padre. En sus primeras obras, se ve su pintura de 1928 llamada «Dos Mujeres» (retrato de Salvadora y Herminia). En ella se pueden apreciar dos jovencitas con un fondo verde. Fue inspirada en la tradición del retrato renacentista, como se puede apreciar en la obra de Leonardo Da Vinci.
Este cuadro se mantuvo desconocido hasta que fue adquirido por el Museo de Bellas Artes de Boston en 2015.
Gracias a todas sus obras es que hoy muchos se inspiran en su arte para pintar.
