Ficha técnica

Título: The boy who smells like fish (El niño que huele a pez).
Director: Analeine Cal y Mayor
Año: 2013
Elenco: Douglas Smith, Zoë Kravitz, Ariadna Gil, Gonzalo Vega, Carrie-Anne Moss
Guion: Analeine Cal y Mayor, Javier Gullón
Duración: 92 minutos
Clasificación: B-15

Reseña

Este martes 20 de noviembre se inauguró la Feria Mundial de Cine en México (FMCM) en la Universidad Panamericana con la película The boy who smells like fish (2013). Esta cinta, de la directora Analeine Cal y Mayor (quien asistió al evento), narra la historia de un chico que nace con un constante olor a pez, condición que le afecta a lo largo de toda su vida.

Para comenzar, lo más curioso de esta cinta es su toque de humor negro —muy al estilo de Juno (2007) o Little Miss Sunshine (2006)— que, al igual que las otras cintas, narra una situación poco común pero totalmente posible. Contrario a lo que muchos pueden llegar a pensar, el constante olor a pescado del protagonista sí existe en la vida real: es una enfermedad llamada trimetilaminuria. Este hecho es mencionado en la película, sin embargo, jamás es explotado a fondo.

 

Imagen: FilmAffinity

El conflicto principal del filme es el deseo del protagonista, Mica (Douglas Smith) —un chico terriblemente inseguro e introvertido como consecuencia de su enfermedad—, de conquistar a una chica que conoció en la alberca (Zoë Kravitz), el único lugar donde su olor es imperceptible. Alrededor de esta sencilla, y en cierta medida predecible, historia gira una serie de circunstancias que hace de toda la situación (que pudo ser tediosa y cliché) un momento ameno y entretenido la mayoría del tiempo.

 

Mica fue criado por su madre (Ariadna Gil) y vive en una casa que es museo del alguna vez famoso cantante Guillermo Garibai (Gonzalo Vega). Su padre (Don McKellar) es un hombre egoísta que los deja y rara vez aparece, sólo cuando le conviene. Su única amiga y confidente es su psicóloga, Catherine (Carrie-Anne Moss). Toda esta situación resulta agradable; no obstante, ninguno de estos elementos acaba termina de consolidarse alrededor de la historia principal.

La relación con el padre no queda del todo clara, y éste parece ser un personaje que aparece convenientemente en la trama para generarnos empatía con el protagonista —particularmente cuando interrumpe una cita de su hijo de manera vergonzosa— que alguien que tenga un propósito propio en la película. La relación entre la psicóloga y el protagonista no llega a un cierre, lo mismo que el tema de cómo el protagonista lidia con su problema en un grupo de gente con enfermedades parecidas (al cual sólo asiste una vez y que parece más un recurso cómico que algo que realmente enriquezca la trama).

Pese a todo, la película sigue un ritmo y tiene fluidez hasta que llega a su conclusión. El acto final de la película, por así decirlo, resulta tan inverosímil y forzado (probablemente con propósitos cómicos) que rompe en todo sentido el tono de la película INICIA SPOILER La aparición casi milagrosa del cantante Guillermo Garibai como salvador del protagonista —el cual lo une con su amor de manera casi cósmica— resulta más una solución fácil para concluir que el elemento de magia y comedia que pretende ser, ya que no va para nada con el tono que se le ha presentado al espectador hasta este punto ACABA SPOILER.

Es el final el que puede provocar que algunos espectadores salgan de la cinta un poco decepcionados de lo que pudo haber sido un muy buen largometraje. Sin embargo, The boy who smells like fish resulta dentro de todo una experiencia agradable y diferente de cine, si bien su inconsistente tono y subtramas incompletas no la dejan explotar del todo el potencial que tenía.

Calificación: 2 estrellas de 4

Jorge Espinoza