Conseguir ingresos ha sido uno de los problemas más frecuentas en estos tiempos de pandemia. Varios han optado por la opción de empezar su propio negocio desde casa. Pocos afortunados han mantenido sus empleos y les dan seguimientos de forma digital. Pero hay algunos que no pueden quedarse en sus casa y su única opción es salir a la calle.
¿Quiénes salen de sus casas y se empeñan en conseguir dinero a diario? Hay muchos ejemplos, los de centros comerciales, puestos locales etc. Pero unos en específico, necesitan entrar en su auto todos los días, activan la aplicación de transporte a la que prestan servicio y conducir con la esperanza de recibir alguna solicitud. Aquellos son los conductores de DIDI y UBER.
Plataformas digitales y transporte
Según el IMSS, se estima que en 2019 hubieron aproximadamente 14 mil 244 personas desempleados y fueron obligados a buscar otro tipo de ingresos para sus familias. La mayoría optó por prestar sus servicios al transporte que ofrecen las plataformas en línea (tales como UBER, o DIDI). En México, casi el 18.8 millones de personas usan estas aplicaciones para llegar a sus respectivos destinos. Parece un número elevado, pero en realidad solo representa el 14.2 por ciento de la población.
Entonces, ¿podríamos decir que aquellos que optaron por trabajar en UBER o en DIDI tiene ganancias suficientes por día? La respuesta varia, puesto que el horario de trabajo es libre, hay algunos que prefieren conducir por 12 horas diarias, otros lo limitan a unos cuantos viajes y algunos tienen «contactos seguros».
El 14.2 por ciento de la población que usa las aplicaciones, parecía tener un ritmo en incremento a principios del 2020 pero, ¿qué pasó cuando la pandemia obligó a la gente a quedarse en sus casas? Si la sugerencia de las autoridades era, no salir de sus hogares por seguridad, ¿qué sucede con estos conductores que no pueden optar por el «trabajo en casa»?
Cambios durante la pandemia en el transporte
La población comenzó a salir para cosas extremadamente esenciales. Principalmente por la despensa. Hay algunos que incluso non tuvieron la oportunidad de cuarentena a causa de la naturaleza de su trabajo y ese es el mismo caso de los conductores. Rosalío Quintanar es un conductor de DIDI que no tuvo remedio más que salir a la calle con su auto para seguir prestando su servicio de transporte.
El conductor nos comenta que notó principalmente dos cambios. El primero, fue evidentemente la reducción de gente que solicitaba el servicio porque la mayoría lo hacía para que los llevaran a sus trabajos y al estar encerrados se cerró esa posibilidad. El segundo cambio fue la cantidad de tráfico en las calles, además, la NASA confirmó la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, por lo que la contaminación en otro factor importante que podremos considerar.
Precauciones que toman los conductores
Rosalío Quintanar nos explica las medidas de seguridad sanitaria que DIDI sugirió para continuar con las labores.
1. Cuestionario
La aplicación de DIDI lanzó una encuesta a sus empleados en las que tenían que notificar sus condiciones de salud. También si habían tenido contacto con alguien que estuviera contagiado. Cabe aclarar que este cuestionario solo han respondido una vez.
2.- Material para el auto
La empresa ofreció un plástico que dividiera el auto entre los asientos de adelante y los de atrás. De esta manera, el contacto el conductor y los que lleva es nulo. Sin embargo, en caso de que el viaje se pague en efectivo, es necesario quitarlo. Aunque es totalmente opcional tener el plástico en el vehículo.
3.- Tomar sus propias medidas
DIDI exhortó a sus trabajadores que tomaran sus propias medidas. En este caso, Quintanar lleva gel antibacterial en su coche, así desinfecta constantemente las monedas que le entregan o el mismo volante.
Incluso las mismas personas que solicitan el servicio, suelen ser muy estrictos en cuanto a las medidas de seguridad, ya que la mayoría usa cubrebocas, caretas o incluso guantes.
Los frutos del trabajo hoy en día en plena pandemia
Al final de cada semana, nuestro entrevistado consigue aproximadamente $600, cuando antes de la pandemia conseguía hasta $2 mil 800. Aunque él mismo reitera que las ganancias de este trabajo depende de el tiempo que se le dedique al salir en el coche.
«Hemos logrado sobrellevarlo», comentó Rosalío Quintanar
Pero se enfrentan a otros riesgos, como llegar al lugar donde solicitaron un servicio y ser asaltado. También el tiempo con la familia se reduce. Depende de cada quién su organización para salir a la calle, porque el propósito de todo es encontrar la manera de hacer ganancias por encima de toda la crisis.
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