Uno de los desastres naturales más temidos por la humanidad son los huracanes. Cada año, las personas que viven en zonas cercanas a la costa tienen que estar al pendiente de un posible desalojo de sus hogares para salvaguardar su vida. Con tan solo la mención de la palabra, podremos recordar situaciones indeseables. Pero en esta ocasión se suscitó un huracán fuera de nuestro planeta y por extraño que parezca, no estuvo involucrado el mar y mucho menos agua. Te contamos los porqués sobre este peculiar fenómeno.
¿Cómo lo descubrieron?
Las agencias espaciales de cada país y los investigadores del espacio están constantemente observando y analizando los sucesos que ocurren en el universo. Se sabía de la existencia de huracanes espaciales en otros planetas, como: Júpiter y Marte. Pero nunca se habían presentado en la atmósfera de la Tierra, pero se había planteado la posibilidad que alguna vez podría pasar y por fin sucedió.
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Investigadores de la Universidad de Shadong, tras un arduo y laborioso estudio de la magnetosfera y la ionosfera, encontraron el primer huracán espacial registrado en la tierra. Fue localizado aproximadamente por el Polo Norte. El descubrimiento fue publicado en la revista «Nature Communications«. Se denominó por este nombre por su similitud con los ciclones que ocurren en la tierra. Se cree que este fenómeno puede generar fallas en las telecomunicaciones en la tierra, como la navegación satelital.
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¿De qué está hecho un huracán espacial?
Para que los ciclones espaciales se susciten necesitan del cuarto estado de la materia, plasma. Que puede ser generado por vientos solares o por interacciones con estrellas. El huracán está hecho de: el ya mencionado plasma y el movimiento de electrones e iones. Se crea un fenómeno parecido a un tornado o remolino de un tamaño gigante de kilómetros de ancho.
Se mueve en dirección contraria a la rotación de la tierra, con brazos mayúsculos dándole la forma parecida a un huracán terrestre, pero con plasma y no agua. Permaneció durante 8 horas, hasta que se desvaneció. Esperamos pronto leer más sobre este curioso descubrimiento.
