Las famosas flappers de los años 20 trajeron una moda muy distinta a la que se veía a principios del siglo. Usaban vestidos sin corsés y holgados, faldas más arriba de lo usual, maquillaje más intenso y lo más controversial: el cabello corto. Fue un estilo de vida nuevo que involucró más que algunos cambios de look. Las mujeres que siguieron esta moda no solo cambiaron su apariencia, también, de cierta forma, su estilo de vida.
Las flappers surgieron en Europa después de la Primera Guerra Mundial aunque no se tiene una fecha específica. Hubo muchos cambios en la sociedad durante ese entonces y uno de los más importantes fue que se le otorgó el derecho al voto a la mujer. De igual forma las mujeres buscaban ser más independientes y tener un trato igualitario. Querían poder hacer lo mismo que los hombres tenían permitido como salir a fiestas, fumar y divertirse sin ser juzgadas. La imagen de la flappper se fue fortaleciendo con todos estos cambios e ideologías. Muchas personas no aceptaban esta forma de vida y categorizaron a las flappers como personas inmorales o con poca clase.
Las Pelonas
La moda y el término empezó en Europa y poco a poco se fue esparciendo a todo el mundo. México no fue la excepción, y también recibió a las flappers, sin embargo aquí no se le conocían con ese nombre, se les llamaba “Las Pelonas”. Este apodo era en su totalidad despectivo. La moda no se aceptó e incluso llegó a extremos violentos.
Historiadoras como Anne Rubenstein y Christine Bard cuentan que en la Ciudad de México empezaron a agredir a las mujeres que seguían la moda. Rubenstein nos da varios ejemplos en su texto «The War on Las Pelonas».
Uno de ellos son los ataques que los estudiantes de la Facultad de Medicina realizaban a jóvenes de preparatoria. Los estudiantes perseguían a las jóvenes que tenían el cabello corto a la hora de la salida. Cuando las alcanzaban les arrojaban agua para desmaquillarlas y lo peor, con tijeras las rapaban. Estas agresiones aparecieron en varios periódicos de prestigio del país como El Universal.
Cuenta de igual forma que las mujeres con ascendencia indígena que seguían la moda también recibieron fuertes críticas. En revistas y otros medios se les decía que era su obligación conservar la cultura mexicana. Se comentaba que no debían cortar sus largas trenzas por una moda europea.
La respuesta a los ataques
Aunque estos ataques continuaron, también cosas buenas salieron de esto. Alumnos y cadetes del Colegio Militar, al igual que otros estudiantes de la Facultad de Medicina, defendieron a las “pelonas”, amenazando a quienes las molestaran. Algunos camiones ponían letreros en sus ventanas que invitaban a las pelonas a subirse asegurándoles que estarían a salvo. Incluso algunos les cobraban la mitad del precio de su pasaje.
No todas las mujeres podían seguir la moda por su situación económica, pero aquellas que lo hicieron permanecieron firmes y se apoyaron entre sí. Como resultado algunas de ellas consiguieron trabajos en lugares algo más serios o con un mejor sueldo.
¿Qué te parece? ¿Crees que regresará la moda de los años 20?
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