El Papalote Museo del Niño reabrió sus puertas el jueves 17 de septiembre, por lo que entrevistamos a Marcia Larios, directora de experiencia del museo. Ante la situación actual su lema “Toca, juega y aprende” ha tenido que cambiar y adaptarse a los protocolos de higiene, pero esto no les ha impedido que “el visitante se sienta bienvenido; se sienta acogido en un lugar cálido, amigable y confiable”. Este 2020 el museo cumple 27 años y es por eso que te compartimos las novedades y las medidas que tienen para poder darle una excelente bienvenida a sus visitantes.
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Papalote en Casa
Marcia Larios compartió con nosotros la experiencia de la plataforma en línea, Papalote en Casa, que surgió como respuesta ante la pandemia. El museo decidió buscar un proyecto en el cual pudieran acompañar a la familia durante el confinamiento y eso los hizo lanzar una plataforma con una estructura muy básica que tenía una parte de artículos, otra parte de blogs y otra parte de recomendaciones.
Conforme fueron interactuando con las familias se fueron dando cuenta que lo importante era tratar temas que tuvieran que ver con lo que podían hacer dentro de casa, con la parte emocional de los niños, entre otros.
Empezaron a evaluar la interacción con los visitantes conforme fueron creando los contenidos. Dichos seguimientos les pudieron ir dando una pauta para los siguientes contenidos y programaciones. En ese momento empezaron a crear una nueva comunidad que no era de visitantes presenciales, sino lo que ellos llaman visitantes digitales.
La buena noticia es que ya no están atendiendo solamente a los visitantes digitales, sino que reabrieron sus puertas a los visitantes presenciales.
Medidas sanitarias
Papalote está siguiendo con todas las medidas ya establecidas por el gobierno tales como la sana distancia, la cual está marcada a lo largo de todo el museo con partes señaladas en el piso, termómetro de acceso e islas con gel antibacterial cerca de las exhibiciones. Su capacidad total es de 4 mil 500 personas, pero el cuidado requiere que se reduzca a un 30 por ciento, por lo que ahora solo pueden recibir mil 280 personas a lo largo del día.
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Las precauciones deben de ser tomadas por ambas partes, es por eso que el visitante debe de llevar tapabocas y es corresponsable de crear la parte de seguridad junto con el museo.
Por otra parte, también apuestan por un protocolo llamado “Bienvenida”, que trata sobre una bienvenida cálida. Ellos quieren que el visitante se sienta bienvenido; se sienta acogido en un lugar cálido, amigable y confiable.
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Los cambios y las nuevas atracciones
El museo está abierto a todo el público y una gran sorpresa es que cuentan con dos espacios que inauguraron hace poco. Uno de ellos es un taller localizado en el laboratorio de ideas y otro es el jardín de las maravillas, un espacio para niños de la primera infancia.
Lo que se busca en el Papalote es que vaya toda la familia. De hecho, tienen una campaña llamada “Tiempo de jugar en Papalote” y principalmente hace que sepan que es un espacio seguro, confiable, y sobre todo que le puedan dar un respiro a sus hijos.
“La sana distancia no impide que la experiencia sea significativa, interesante, lúdica y divertida”, mencionó la directora de experiencia del museo.
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Más de 100 exhibiciones están abiertas y seis de ellas han sido modificadas para que así los niños puedan hablar sobre lo que vivieron durante el confinamiento y el paulatino regreso a la nueva normalidad.
¿Cómo le ha afectado la pandemia a Papalote? ¿cuál es su mayor reto?
Papalote vive de sus taquillas y económicamente ha sido un golpe no tener entradas a lo largo de cinco meses. Por eso decidieron crear Papalote en Casa, que al final terminó dándoles la oportunidad de crear una nueva comunidad virtual que no tenían pensada.
“El gran reto es ver cómo el público lo va a tomar. El museo tiene ahora el reto de atender a los visitantes físicos”, añadió Larios, “pero también seguir atendiendo a nuestra comunidad digital que nació a partir de esta pandemia y llegó para quedarse”.
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