Durante el primer seminario internacional El estado del periodismo y los medios Diario UP conversó con Roberto Rock –quien participó en el debate «Periodismo de investigación«– para conocer más a fondo su visión acerca de la muerte del periodismo, y para ampliar nuestra comprensión de la forma en la que la modernidad tecnológica poco a poco se adueña de las vías de comunicación. Esto fue lo que nos comentó:
Pregunta: Durante este debate se habló mucho de la falta de impacto del periodismo, ¿en quién recae la responsabilidad?
Respuesta: Hay una responsabilidad doble: las escuelas de periodismo hacen un trabajo muy mediocre, especialmente en lo que se refiere a nuevas tecnologías, profundidad, equilibrio de información; los medios de comunicación fallan al establecer estándares y protocolos, saben que los periodistas tienen muchas limitaciones. Es como tener un elefante morado en medio de la redacción y no hacer nada al respecto. Fallan también los periodistas por asumir que pueden ser “tuertos en tierra de ciegos”. Es un asunto colectivo, y se refleja en que la percepción internacional del periodismo mexicano es muy deficiente, muy crítica. La sociedad es responsable porque no exige medios de más calidad, pero los medios deberíamos estar del lado de la sociedad.
DiarioUP: En el tema de redes sociales, éstas pueden ejercer enorme presión sobre personas y grupos de poder y llegar incluso a tener más peso que los medios tradicionales. ¿Considera usted que las redes sociales puedan tener un poder incluso riesgoso y convertirse en agentes desfavorables para la comunicación?
Las redes sociales las operan ciudadanos. No creo que haya algún ejercicio ciudadano que pueda ser riesgoso para una democracia y, si eventualmente hay un patrón atípico en las redes sociales que de algún modo presione a la democracia, eso no hay que resolverlo limitándolas, sino con más democracia. Es verdad que las redes sociales ejercen mucha presión sobre actores políticos y públicos, pero también es verdad que muchas veces se requiere que un medio tradicional rescate los contenidos, los depure y los presente, para que realmente tengan impacto. Hoy estamos en un momento en el que esas redes sociales necesitan la legitimación de los medios tradicionales.
Estamos hablando de una evolución del periodismo, iniciamos un camino nuevo, ¿hacia dónde se dirige el periodismo en esta nueva etapa de la comunicación?
Si yo tuviera esa respuesta, la estaría vendiendo en las esquinas. Todo el mundo quiere saber eso. Estamos hablando de un alejamiento de los ciudadanos, especialmente en ciertos sectores, de los medios tradicionales: prensa, revistas, radio, y televisión. ¿Qué sigue después de eso? Sería muy difícil dilucidarlo en este momento. Veo un grupo importante de medios extinguiéndose de manera paulatina; seguramente primero revistas, después periódicos, luego la radio y finalmente la televisión. Hay una tendencia hacia un periodismo más local, que afecte a la gente común y corriente; a veces incluso hiperlocal: lo que pasa en una colonia, con los comercios de una zona, pero no sé si ese periodismo va a expresarse en papel o en Internet. Creo que habrá una mezcla, y eventualmente estará en Internet. Pero por ahí vendrá parte del rescate de los periódicos.
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Se avecina un crucial periodo de observación para determinar el rol que los comunicadores desempeñaremos en este nuevo orden periodístico. A pesar de la sensación de velocidad que percibimos en el ambiente, consolidar la nueva etapa del periodismo nacional e internacional es una labor que tomará años y que marcará una era por sí misma. Será difícil adaptarse plenamente a la transición, y probablemente quede una brecha generacional muy marcada. Sin embargo, el cambio es ineludible y necesario con tal de que el periodismo conserve su poder de actualidad; para tener influencia en las acciones sociales hay que seguirle el paso a dicha sociedad. Pero estamos atravesando un momento histórico, y ser partícipes de él es un gran privilegio. Enfrentemos el desafío, volvámonos periodistas de la nueva era.
