Los Fujimori no tienen ni por donde ver al lado bueno. Después de que la justicia le negara el indulto al expresidente Alberto Fujimori, su hija mayor, Keiko, fue detenida el miércoles por la mañana acusada de recibir aportes ilegales de la compañía Odebrecht.
La líder opositora fue citada a declarar por presunto lavado de activos y el juez titular del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria emitió una orden de detención preliminar por 10 días. Fujimori acudió a declarar por el llamado Caso Cocteles, pero allí se le notificó de la orden de detención solicitada por el fiscal del Caso Cocteles, la cual también incluye a otras 19 personas, informó su abogada Guiliana Loza.
Se sospecha que la dirigente del partido Fuerza Popular sea líder de una organización crimina, pero, de acuerdo con su defensora, no se ha dictado prueba alguna: “No existen argumentos válidos, ella ha cumplido con todo lo que indicó la fiscalía que la viene investigando, ella siempre se ha puesto a disposición de las autoridades”.
Partidarios de Keiko se reunieron fuera de la jefatura de la policía de Lima en protesta de su detención. | Fuente: Cris Bouroncle / AFP
Esta detención, calificada como un “atropello y abuso” por Loza, incluye también a Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya, investigados por supuestamente también recibir fondos de la constructora brasileña para la campaña presidencial de Keiko en 2011.
El pedido de detención se basa en nueva información recibida por la fiscalía peruana de su par brasileña, en la que se probaría que el partido de Fujimori recibió aportes por 1.2 millones de dólares para la misma campaña electoral.
A su vez, según un exjefe de Odebrecht en Lima, Jorge Barata, los dirigentes fujimoristas Yoshiyama y Bedoya fueron los intermediarios. Sus viviendas fueron allanadas en marzo por la fiscalía.
Keiko fue congresista de su país entre 2011 y 2016. | Fuente: Luka Gonzales / AFP
El exjefe de Odebrecth dijo que además del millón de dólares entregado a Yoshiyama y Bedoya, hizo otro aporte de 200 mil dólares para Keiko a través de la organización de cúpula de los empresarios peruanos, la Confiep.
Keiko Fujimori, quien ya fue traslada de la fiscalía hacia la sede de la Policía a orden del juez Richard Concepción Carhuancho, es investigada por recaudación de dinero para su campaña, obtenidos en tres cocteles, realizados en 2015 y 2016, los cuales carecerían de sustento.
