Un pequeño vestía de negro con el nombre y número de Allen Iverson en la espalda. ¿Su sueño? Poder jugar como lo hacían sus ídolos. Juan Toscano Anderson nació en Oakland, California, durante los tiempos del mítico Chris Mullin en los Golden State Warriors. Y ahora, de madre mexicana, puede formar parte de la misma organización, donde también hará historia como el quinto basquetbolista de nacionalidad azteca en pisar las canchas de la NBA.

Con Avándaro, Michoacán, en la sangre, Toscano vivía una atmósfera de futbol en su casa, pero, a los 9 años, comenzó el camino con uno de sus amores: el baloncesto. Desde entonces, el ahora alero sabía que quería llevar su juego hasta la Oracle Arena. En su momento pasó por la Warriors Basketball Academy, después recibió una beca por parte de la Universidad de Marquette y finalmente dio su primer paso profesional en México con los Soles de Mexicali.

Uno creería que ahí daría su primer paso hacia los grandes reflectores del deporte local, pero mucho antes ya había algunos que tenían la mira sobre él. Entre ellos se encontraba el español Sergio Valdeomillos -dirigente de la Selección Mexicana en ese entonces-, quien lo llamó para ser parte de la escuadra que defendiera en el Palacio de los Deportes la bandera tricolor durante el Preolímpico de 2015.

 

 

De ahí en adelante, el árbol de Juan no dejó de entregar frutos. Después de su paso cachanilla, Fuerza Regia hizo sus respectivos movimientos para adquirir al que se convirtió en ídolo de la Sultana del Norte con dos MVPs del Juego de Estrellas y dos títulos nacionales entre 2016 y 2018. De ahí decidió dar el salto a Argentina con el equipo de Obras y, finalmente, el primer acercamiento a la NBA llegó por parte del equipo de Santa Cruz Warriors, filial de Golden State en la NBA G-League.

El californiano tenía contrato listo por un año más con Monterrey, pero la organización de Sergio Ganem le dio permiso de probarse el tiempo necesario con los Warriors. El tiempo se consumió y la oportunidad se dio para quedarse.

En su primer año de azul y oro, el seleccionado nacional alcanzó números de 7 puntos por partido, 6.8 rebotes, 2.1 asistencias y 1.3 robos durante una campaña de 44 juegos. Así consiguió su segundo chance para mantenerse en el oeste, pero aquí fueron donde comenzaron las ilusiones por ver a un nuevo mexicano en la NBA.

Primero vino la invitación de Golden State a la última Summer League, donde logró destacar sus dotes defensivos y acumulados de 6.2 unidades, 3.7 tablas y 1.5 pases al aro. El visto bueno se le dio y así pudo compartir entrenamientos en el training camp con Stephen Curry y Draymond Green.

 

 

Las esperanzas al sur estaban a tope. El sueño NBA estaba más cerca que nunca, pero, desafortunadamente, tras la llegada de Marquese Chriss, Toscano tuvo que pisar el freno. El corte final de roster no favoreció al mexicano.

Sin embargo, eso no detuvo ni el sueño ni el trabajo duro de Juan Toscano. Santa Cruz no dudo en expandirle su contrato y él no decepcionó. Con 12 titularidades en 31 encuentros, el No. 95 sumó 12.5 puntos por partido, 9.2 rebotes, 2.6 asistencias y 1.3 recuperaciones. ¿Impresionante? Sin duda. Por ello, después del cierre de traspasos, el equipo de Golden State decidió subirlo de categoría y garantizarle un contrato por el resto de la campaña 2019-2020.

30 partidos son los que restan en este ciclo para unos Golden State y, a pesar de que no vaya a ser titular, el nuevo hombre de los Warriors estará peleando el puesto con los ya mencionado Chriss, Green, Andrew Wiggins y uno de los novatos sensación, Eric Paschall.

 

 

La labor no será nada sencilla, pero la primera meta se ha cumplido. El sueño se ha convertido en realidad y ahora toca mantenerse en él. Muchos llegan, pocos se mantienen. Juan ha mejorado bastante en sus aspectos de tiro a distancia y su defensa perimetral, por lo que el avance sin duda seguirá. Juan Toscano no llegó para despedirse pronto.

Horacio nos llenó de orgullo; Eduardo, Gustavo y Jorge, nos hicieron ver que existe el talento necesario para jugar contra las mejores. Juan, como nuevo integrante de este grupo, nos revive en esperanza, orgullo y las posibilidades de que con trabajo duro se pueden lograr las metas propuestas.

El debut está cerca y Juan podría hacerlo con simbólica alegría ante los Lakers de LeBron James: “Es increíble para un niño de la ciudad. Es genial, a mi familia le encanta, a mis amigos les encanta. Recibo mucho apoyo de la gente de la Bahía”.

 

 

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