Fe en las calles mexicanas

México se caracteriza por ser un país de fe, y esto se puede observar con claridad en las calles mexicanas, donde las personas esperan horas en las vallas para ver a su santidad en el papamóvil. Niños, jóvenes y adultos quieren expresarle su afecto a través de porras y cánticos. Además, esperan recibir la bendición del papa.

Afuera de la Nunciatura Apostólica platicamos con unas monjas que estaban felices de haber visto al papa Francisco. Las hermanitas de ancianos desamparados cuidan a más de doscientos ancianos que no tienen donde dormir. Comentaron para Diario UP que les gustó el gran recibimiento que México le dio al papa Francisco cuando llegó a la capital del país el pasado viernes 12 de febrero. “Yo estuve cuando vino a vernos Juan Pablo II y había mucha gente pero no como ahora, se podía caminar y ahorita cuesta más trabajo por la gran cantidad de gente que vino a verlo”.

Esperan que Dios cambie a México para que sea como antes, ya que consideran que 90 por ciento de los mexicanos era católico y ahora el número bajó considerablemente.

Al término de la entrevista, una de las monjitas mandó un mensaje a los jóvenes: “Que los jovencitos tengan fe y amor al prójimo”, finalizó.

Un gran ejemplo de fe en la juventud es Diego Castro, de 24 años de edad, proveniente de Toluca, que salió temprano de su casa para poder ver a su santidad afuera de la Nunciatura Apostólica. “Me puse la playera de Argentina por el papa, para que se sintiera orgulloso de su país en México”, dijo. Diego no estaba cansado por levantarse temprano ni por esperar horas bajo del sol para ver unos minutos a su santidad, ya que la fe lo mueve.

Para Diego, los mexicanos son muy cálidos. Considera que han recibido con gran cariño al papa Francisco. “Cuando lo vea gritaré: México es tu país, danos la bendición”. Diego habla en nombre de los mexicanos para decirle al papa que ésta es su casa y siempre tendrá las puertas abiertas. Por último, espera que con su visita nos brinde paz, fe y las mejores bendiciones para los mexicanos.

En las calles aledañas a la nunciatura, también se puede observar muchas familias que salieron de sus casas vara ver a su santidad. La familia Díaz Consuelo vino desde Toluca. Lorena Isabela Díaz Consuelo, de seis años, junto con sus hermanos, quiere gritarle al papa que lo quieren mucho y dijeron estar emocionados por verlo en persona.

Homero Díaz, padre de Isabela, mencionó: “Los padres tenemos la obligación de transmitirle a los niños los valores, lo que es la religión y lo que es el amor a alguien tan importante como el papa. Hay que ponerles el ejemplo”.

Karla Horton