La mayorí­a de los mexicanos ha visto al menos una película con Cantinflas. El cómico mexicano alcanzó su fama mundial durante el siglo pasado y dejó un legado cultural que se ha vuelto parte del patrimonio del paí­s. Sin embargo, pocos conocen al matrimonio Gelman.

Jacques Gelman era amigo y socio de Mario Moreno y fue productor de 32 pelí­culas del cómico. Su amor por el arte lo llevó a tener una de las más grandes colecciones del mundo; la Colección Gelman. 

El productor de Ahí­ esta el detalle y El bolero de Raquel era un gran aficionado del arte. Tanto él como su esposa lograron recopilar una gran colección de obras. Las firmas de Picasso, Matisse, Renoir, Braque, Modigliani, Dalí, Ernst, Bracon, entre otros, figuraban dentro del patrimonio artístico de Gelman. Esta recopilación, valuada en 30 mil 258 millones de pesos, pasaría a manos del hijo adoptivo de Cantinflas, Mario Moreno Ivanova, del que eran padrinos. Pero las cosas no salieron dentro de lo planeado y el patrimonio cultural de los Gelman paso a manos de todos menos de su ahijado.

¿Robo de arte o cesión de derechos?

Natasha Gelman se encontraba con un Alzheimer muy avanzado y su marido ya se había ido con el compadre Cantinflas al otro lado. En 1997, seis meses antes de su muerte, la colección internacional de arte de Natasha pasó a ser del fideicomiso Waterford: la mujer habí­a vendido a un dólar cada una de las obras. Poco después de eso la gran mayorí­a de las obras se veían expuestas en las paredes del museo del MET en Nueva York.

En 2006, Mario Moreno Ivanova, inició una investigación sobre esa supuesta cesión de derechos. Las indagaciones sacaron a la luz distintos papeles en los que el heredero de Cantinflas cedía sus derechos a la casa productora Paramount Holding. Sin embargo, tanto estos documentos como los que indicaban que Natasha Gelman estaba en sus facultades mentales al ceder las obras de arte, eran falsos

Estados Unidos en la mira

Marilyn Diamond, juez adscrita a la Suprema Corte de Justicia estadunidense fue una de las implicadas en el supuesto fraude. En el 2007, la organización civil Citizens for Judicial Accountability la acusó de tráfico de influencias y manipulación de evidencia. La dura crítica a la jueza estadunidense la llevaron a ser investigada por el FBI en el 2008. 

Anthony DeRosa, investigador de Wall Street, impulsó la investigación en contra de Diamond demostrando que la juez había hecho firmar diversos documentos a Natasha Gelman, la cual se encontraba en la última fase de Alzheimer. Dicho acto le dejó la ganancia de más de un millón de dólares. 

El MET se adorna con un robo de arte

Días antes da que la colección privada de los Gelman fuera vista por el mundo, los directivos del museo agradecían a través de un comunicado la donación de Natasha Gelman. Tres galerías se inauguraron el 1 de junio de 1989, mostrando obras de Matisse, Picasso, Braque, y más de una docena de artistas. 

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El anuncio, que se mantiene en la página web del MET, menciona que la colección fue acumulada en un periodo de más de 40 años por los Gelman. La selección inicial consta de 47 pinturas y tres bronces elaborados por artistas de la escuela de Paris. La mayoría de estas obras son los más representativos de los pintores, teniendo en la lista: El Marinero Joven de Matisse, un Autorretrato de Picasso, La Mesa de Billar de Braque, El alojamiento del deseo de Dalí, entre otros. 

Arte mexicano enjuiciado 

Aunque los Gelman eran apasionados del arte europeo, también eran fanáticos del arte mexicano. Su colección, de más de 90 obras, lucía las firmas de Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Juan Soriano, entre otros. Dicha colección se encuentra resguardada en algún lugar del país. 

Según la Unidad de Investigación Número 4 de la Fiscalía de Procesos de lo Civil, Robert Littman, albacea del acervo pictórico, también estar implicado en el delito de administración fraudulenta según algunas fuentes, ya que hay distintos documentos que exponen que las obras fueron legadas por Natalia al Centro Cultural de Arte Contemporáneo. 

A pesar de que hay distintos documentos que exponen que la cesión de derechos de esta colección de arte mexicano pertenece a múltiples personas, nadie sabe realmente quién es el dueño del patrimonio artístico de los Gelman.

Hasta la fecha no se conoce el paradero de una gran parte de la colección de arte del matrimonio Gelman. A pesar de las distintas investigaciones, tanto en México como en Estados Unidos, la situación de la cesión de derechos de la colección Gelman no ha sido aclarada.