Luego del explosivo y bien recibido lanzamiento de Doom en 2016, la comunidad de gamers esperó feliz su secuela: Doom Eternal, luego de su anunció por la compañía id Software en 2019. Ahora con su salida, el juego se ha mostrado como una versión más ágil y agresiva que su antecesor. Siendo mucho más grande, explosivo, divertido y original que cualquiera en sus entregas anteriores. Y aún así, llega a tener una esencia muy pegada a su pasado.

Un gigante de la industria.

Foto: playerone.vg

En 1993, salió un pequeño juego para el sistema operativo MS-DOS llamado Doom.

Con él, id Software se consolido como una empresa revolucionaria en el campo de los juegos en 3D, con Wolfenstein 3D el año anterior y Doom como su tercera entrega. La historia sobre un soldado que es enviado a Marte por mala conducta y termina peleando contra algo maligno fuera de este mundo.

Sus temas oculistas y su aspecto oscuro lo separaron de los demás juegos de ciencia ficción de la época. Dando seguimiento de culto que aún dura asta estos días. Tuvo dos secuelas oficiales en 1994 y en 2004, llegó a un estilo de horror entre más avanzaba por los años y diferentes sistemas operativos.

Después de 12 años, salió en 2016 el nuevo Doom, un reboot que revitalizó a la serie, saliendo de la ruta del horror para enfocarse más en un combate rápido y feroz. Siendo un éxito rotundo para los críticos y jugadores alrededor del mundo.

Foto: 3DJuegos.com

 Trailer de Doom 2016

Ecos del pasado:

Ya con su salida, Doom Eternal ha recibido criticas halagadoras de todo mundo. Siendo mejor que el juego anterior, con niveles más grandes, nuevos enemigos y una jugabilidad adictiva. Sin embargo, este juego le debe mucho no solo al juego de 1993, sino a juegos de la época como Quake y Wolfenstein, que le daban mucha más importancia a la movilidad y rapidez del jugador que el sigilo.

Otra cosa que lo diferencia es su sentido del humor. El tema de la historia y la esencia del ambiente le da ese sentimiento de juego de horror que puede parecer abrumador, pero el juego lo compensa de una manera interesante. Sabe no tomarse muy en serio, mostrando referencias a juegos anteriores o a la cultura popular y mantiene ese toque caricaturesco en su jugabilidad, igual que el Doom original.

Si uno avanza lo suficiente en el juego, se puede llegar a encontrar coleccionables como figurillas de acción de los enemigos, vinilos con la música original del juego, cheat codes en disquetes, etc.

 

Foto: polygon.com

Trailer de Doom Eternal

El Resultado:

Doom Eternal resultó como una muestra de la posibilidad de utilizar técnicas pasadas no es un error y, puede ser el camino adelante para reinventar en la siguiente generación de consolas. Y quien sabe, algo con lo que uno se pueda quedar encerrado en estos días para pasar las horas.

Tal vez te pueda interesar: El poder de las bandas sonoras en los videojuegos