La cultura del vino en México se remonta a los tiempos prehispánicos donde los indígenas utilizaban las vides para producir diferentes bebidas a las que les agregaban frutas y miel. 

Sin embargo, la elaboración del vino que conocemos actualmente no comenzó hasta que llegaron los misioneros evangelizadores. En cuanto llegaron, los misioneros comenzaron el cultivo y cosecha de la vid ya que necesitan con urgencia vino para poder consagrarlo y realizar las celebraciones religiosas.

El vino mexicano y su origen 

Los viñedos de los españoles comenzaron a extenderse a ciudades como: Querétaro Guanajuato, San Luís Potosí, Valle de Parras, Coahuila, Baja California y Sonora.

Según Michele Telese, sommelier importador de vinos; las zonas donde más se producen vinos son: Ensenada, Valle de Guadalupe, Baja California, Coahuila, Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes.

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La popularidad en el consumo de vino en México inició durante la época de la colonia. Esto se debió a que además de que los colonos tenían una cultura relacionada con el consumo del vino; el gobierno daba incentivos para la producción de vino. Hernán Cortés, incluso ordenó que cada colono tenía que plantar mil pies de vid por cada cien indígenas que tuviera.

Es por esto, que México tiene una cultura vinicultura ancestral y que sea precursor en toda América en la elaboración y producción del vino. Sin embargo, a la industria vitivinícola no se le ha dado la suficiente difusión e importancia a nivel mundial como a la industria del tequila.  

El vino mexicano en el mundo

Actualmente, la cultura vitivinícola está volviendo a tener el auge que tenía antes. Esta industria, está intentando luchar contra la globalización con la creación de nuevos vinos que luchan contra los mejores de Australia, California, Sudamérica y Europa.

México tiene muy buenos vinos, pero hay muy poca superficie de cultivo de la vid. Hay tan poco terreno, que con lo recolectado solo se logra satisfacer el 30 por ciento de lo exigido por el mercado. Esto quiere decir que la mayor parte de los vinos consumidos en México, son importaciones. Buscando remedio a esto se están creando asociaciones de cultivadores para sembrar más hectáreas para el cultivo de la vid.

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Es por esto, que el vino mexicano se consume principalmente en México; sin embargo, en Estados Unidos y algunos países de Europa se comienza a consumir cada vez más. Sin embargo, no hay una buena relación calidad-precio comparándolo con un vino europeo. Esto es porque como la superficie destinada para el cultivo de la vid es tan pequeño el vino mexicano se consume poco. Este factor ocasiona que los gastos de mantenimiento de los cultivos de vides y la administración de las bodegas sean muy elevados y los productores tienen que subir los costos de los vinos.

Petrus 2000: una botella espacial con valor de un millón de dólares

¿Algunas vez han probado un vino con un sabor capaz de hacerlos sentir como si flotaran en el espacio? Pues esta botella de vino seguramente sabe más o menos así, conoce más sobre la famosa botella, Petrus 2000. 

Se va a subastar en Christie’s una botella de vino Burdeos del año 2000. Lo que vuelve particular esta subasta es que el proceso de añejamiento de este vino es el primero en realizarse en el espacio. 

La botella completó su proceso de envejecimiento en la Estación Espacial Internacional. De acuerdo a la propia casa de subastas, el hecho de que este vino se haya añejado en el espacio exterior tendrá como resultado que el sabor del mismo dé la impresión de sea más añejo de lo que realmente es. 

Un vino con historia 

Imagínense, los orígenes de la botella ya la vuelven valiosa en sí. Resulta que este vinito proviene de un lote de 12 botellas de merlot Petrus 2000. Debido a ella, estas últimas cuentan con un valor de $6 000 US.

Si a esto le sumamos el especial proceso de añejamiento por el cual esta botella pasó, mismo que consistió en 438 días en la Estación Espacial, múltiples vueltas alrededor de nuestro planeta y exposición a los efectos de la microgravedad y de la radiación cósmica, nos encontramos con la receta perfecta para obtener un vino de otro planeta.

Según comentó Christie´s, fueron varios expertos los que catalogaron este vino añejado como “excelente”. Por su parte, la casa de subastas comentó que los panelistas describieron el sabor de esta bebida como similar a “pétalos de rosa y que olía a cuero curado o una fogata, además de que tenía un brillo naranja”. Qué poético suena, ¿no?

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En fin, esta botella astronauta volvió a casa el pasado 14 de enero, Y de hecho su regreso no fue para nada modesto, pues fue transportada en nada más ni nada menos que en una cápsula de Space X, cortesía de Elon Musk.