Con un título que lo acredita como sociólogo, un fuerte deseo de ayudar a América Latina (derivado de su trabajo como especialista en gestión de riesgos de desastre) y de padres melómanos, Camilo Vega, artista originario de Lima, Perú se introdujo en el mundo de la música hace cinco años.

Sobre su introducción a la música

“Empecé a sonorizar los discursos, las ideas que tenía sobre cómo mejorar esta parte del mundo (Hispanoamérica), y ahí fue donde vi que puedo hacer y autoproducir discos”, cuenta en entrevista para Diario UP.

Su repentina incursión en la escena musical no debió ser sorpresa para los muy cercanos a Camilo, y es que desde que era pequeño sus padres intentaron inculcarle, a la par que a sus hermanos, el gusto por esta bella arte.

Desde los tres años le enseñaron a tocar la flauta dulce; unos años después, el piano y, posteriormente, cada quien tomó su propio rumbo musical. Hoy por hoy su hermano mayor toca el bajo y hace percusión, su hermano menor prefiere los teclados y es DJ, por su parte, Camilo prefiere los instrumentos de cuerda: toca guitarra, charango (guitarra tradicional de los Andes), tres cubano y bajo, entre otros instrumentos.

A pesar de llevar sólo cinco años de carrera, Camilo se ha dedicado devotamente a su proyecto, motivo por el cual ya cuenta con tres discos en su haber y, como fruto de su dedicación, desde Aurahuá (segundo material discográfico) ha tenido un creciente número de fans.

Sobre cómo se gana la vida

Aunado a su proyecto musical, Camilo continúa con su empleo en gestión de riesgos. Actualmente trabaja en la preparación y respuesta a grandes emergencias (como inundaciones) y es especialista en manejo de información humanitaria. Según comenta Camilo, mucho de lo que ha escrito en canciones se debe a su trabajo: muchas de sus letras narran vivencias personales o son una lectura sobre temas que urge cambiar (como corrupción, deficiencia en sistemas de salud o problemas ambientales).

“Todo mi universo de trabajo ha nutrido un gran porcentaje de las letras de las canciones de los tres discos, y creo que va a seguir siendo así. Lo curioso es que también me ha ocurrido que el tema musical pase al otro trabajo”. Al decir esto último Camilo se refiere a que ha compuesto música para documentales pequeños y para el tema de gestión de riesgos de desastres, por lo que hay una relación entre ambos trabajos.

Sobre sus canciones

Al hablar del método de composición de la música y letra de sus canciones, Camilo dice: “Componer siempre me ha resultado una mezcla entre lo racional y lo emotivo, hay temas que identifico sobre lo que me gustaría hablar y espero a que fluyan las ganas e inspiración para escribir sobre ellos”.

Para Camilo, a pesar de que la selección de los argumentos de sus canciones es muy racional, la construcción de las letras es muy emotiva, surge cuando tiene que surgir y no lo fuerza. En paralelo, va creando la música en el estudio. En algunos casos, letra y música engranan perfectamente, en otros debe trabajarlo más.

Al preguntarle sobre sus influencias, Camilo responde que la música que más ha influenciado sus canciones, más allá de que le guste o no, en un inicio fue la canción de autor, con artistas como Silvio RodríguezPedro Guerra y Fernando Delgadillo. Después se fueron introduciendo bandas de otros géneros como Los Beatles y Café Tacvba, una de las bandas que más ha escuchado en los últimos años, según comenta. En su opinión, su música va por ahí, un poco entre la canción de autor y un poco de los géneros que empezó a oír gracias a Café Tacvba.

Por otro lado, en cuanto a talento local, ha sido influenciado por músicos como Los Shapis, Grupo Maravilla y Pintura Roja, todos, grupos icónicos y legendarios de la cumbia y música peruana.

Sobre No hay marcha atrás

Al hablar de su más reciente producción, No hay marcha atrás, Camilo cuenta que es parte de un proceso que incluye a los dos anteriores:

Aquí les dejamos No hay marcha atrás para que lo escuchen mientras leen.

“Si uno analiza mis tres discos ve que voy de una manera de componer muy personal –con canciones poco convencionales, que no tienen estructura de estribillo, coro, estribillo, coro– hacia un formato de canción más popular, pero que satisface lo que un melómano quiere crear”. Para él, así es el tercer disco: “Busca la conciliación entre formatos que lleguen a masas populares con una letra peculiar y que siga satisfaciendo esas ganas de hacer música exquisita que todo melómano tiene”.

Aparentemente Camilo ya está planeando el cuarto disco, pues menciona que en él va a conciliar de mejor manera esas ganas de comunicar cosas importantes con canciones con gancho popular, lo cual, en su opinión, representa un proceso desafiante y entretenido.

Para Camilo uno de los tracks más significativos de No hay marcha atrás es “Bonita”, canción que es tanto social como personal; explica que el tema invita a que las mujeres se sinceren con la belleza de América Latina y dejen de querer o anhelar belleza que venden los medios de comunicación masivos que no son de esta región.

“Es una canción que es linda, que es alegre, pero la compuse con un sentimiento de hartazgo. Estaba completamente harto de ver que se siguiera como borregos el modelo estético que hay en los medios. Era una canción hecha hasta con mucha cólera, pero afortunadamente me quedo bonita y pegajosa”, explica.

Al traer a colación “Sensación”, sexto tema del álbum y el único que no contiene letra, el cantante cuenta que desde su segundo disco ha tenido canciones así, debido a que también escucha música instrumental y progresiva; comenta que le gusta dar este interludio donde no hay letra, hay música. Dice que pensó mucho en el orden del disco y escuchó todas las combinaciones posibles.

“’Sensacion’ está en ese momento porque genera una pausa, un sosiego después de una canción muy intensa que es ‘Injus’ y después sigue ‘Normal’. ¡Me encanta cómo termina ‘Sensación’ y empieza mi voz diciendo cosas en ‘Normal’! Tiene un momento muy específico que me gusta”. Camilo confiesa que eso lo aprendió en un disco de Kevin Johansen y que después descubrió y disfrutó en discos de Ulises Hadjis.

Sobre el futuro y la colaboración con Torreblanca

Al hablar de su futuro comenta que tiene contemplado visitar México después de una serie de conciertos que dará en Perú en agosto: “Tengo muchas ganas de disfrutar no sólo de los amigos que tengo allá, sino de su gastronomía, que junto con la peruana es la mejor de la región”. Puntos para Camilo.

Cuando hablamos del video de “Injus” Camilo cuenta que la decisión de colaborar con Torreblanca fue algo espontáneo. Llevaba un tiempo que se seguían en redes sociales y habían empezado una amistad, pero Pasaje 18 –empresa dedicada a la realización de videoclips y que ha trabajado con músicos como EstemanGepe y Café Tacvba– fue la que propuso un trabajo conjunto con Juan Manuel. Grabaron el video de “Injus” y Juan Manuel hizo unos arreglos de piano para la canción.

“En la semana que Juan Manuel estuvo en Lima la pasamos increíble, se fortaleció mucho la amistad, me invitó a cantar con él la canción ‘Como un amigo’, la cual grabamos en vivo para BalconyTV”.

Sobre las escenas de “Injus” Camilo explica que “hay un trípode muy importante a la hora de hacer un video: lo que se quiere, lo que se puede y lo que se debe hacer, y hay que conciliarlo… en ‘Injus’ se intentó fortalecer el discurso, por eso elegimos utilizar un plano en blanco y negro”.  

Camilo agrega que éste es el primer videoclip en su canal de Vevo y que amigos como Gepe en Chile y Esteman en Colombia invitado a la gente a verlo, por lo que esperan una gran aceptación del público.

El Pilón 

DiarioUP: Al inicio de la entrevista comentabas que hay que diferenciar la música que escuchas con las influencias musicales, ¿cuál es ese grupo que escuchas y que la gente se imaginaría por lo distinto que es a tu música?

Camilo Vega: Jajaja, ¡qué buena pregunta! Puedo escuchar música muy distinta, en lo que es progresivo escucho mucho Yes y Rush; y en metal escucho mucho Dream Theater.

Igal Weintraub (@igalws)