El baloncesto mexicano habla día y noche de los 12 guerreros, que volvieron a una Copa del Mundo después de 40 años, por lo que a veces se llega a olvidar que las mujeres también dan lo mejor de sí en el deporte ráfaga.

 

Sin apoyo alguno de la CONADE ni de la Asociación Deportiva Mexicana de Básquetbol (ADEMEBA), la selección femenil viajó este verano a tierras boricuas para demostrar que ellas dejarán cuerpo y alma siempre que se trate de defender los colores de su país.

 

Las integrantes del equipo pagaron sus viáticos para poder asistir al certamen.

Las integrantes del equipo pagaron sus viáticos para poder asistir al certamen. | Fuente: FIBA

 

De la mano del coach Pedro Ramos, las mexicanas presentaron un roster competitivo, con jugadoras estelares como Jacqueline Luna Castro, Brisa Silva, Jazmín Valenzuela y la pívot de los CSU Northridge Matadors, Claudia Ramos. Junto a ellas también se encontraron Alejandra Arellano, Kimberly Taylor, Paola Beltrán, Sofía Moreno, Casandra Asencio, Daniela Pardo y Gladiana Ávila, quien fue la basquetbolista nacional con la segunda mejor eficacia del certamen.

 

Las 11 guerreras venían de romper las expectativas al haber quedado en cuarto lugar de los Juego Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018 y, por ello, siete jugadoras de esa plantilla repitieron para el Centrobasket de Manatí, en Puerto Rico. La misión principal era obtener uno de los cuatro boletos para el FIBA Americas, mas no era lo único que buscaban.

 

Desde el arranque del torneo, México dejó en claro que no se confiaría en ningún momento, al grado de vencer a su similar de Costa Rica por 35 puntos (77-42) en el duelo inaugural. El peso de jugadoras de experiencia como la poste Jacqueline Castro, ausente en Barranquilla, y Jazmín Valenzuela fue imponente al combinarse las dos para 28 unidades y 10 rebotes.

 

Gladiana Ávila encestó 11 puntos y tomó 7 rebotes ante las ticas.

Gladiana Ávila encestó 11 puntos y tomó 7 rebotes ante las ticas. | Fuente: FIBA

 

En el segundo enfrentamiento del torneo, las jóvenes conseguirían su pase al campeonato continental y a las semifinales, tras haber vencido de manera clara a la quinteta de Bahamas, por marcador de 74 a 52, en el Coliseo Juan Aubín Cruz Abreu. El primer objetivo se había cumplido gracias a la destacada actuación de Claudia Ramos, con 17 puntos, 8 tablas, 3 asistencias y un robo, pero ahora era momento de pensar en una presea que pudieran traer de vuelta a casa.

 

El primer encuentro en ese camino no sería nada fácil al enfrentarse a las anfitrionas de la competencia: una Puerto Rico clasificada No. 22 en el ranking FIBA, y con estrellas de la talla de Jennifer O’Neill, Yolanda Jones y Jazmon Gwathemy.

 

Las aztecas comenzaron ganando el partido, pero errores en la pintura les costó el triunfo, ya que permitieron más de 15 rebotes ofensivos por parte de las caribeñas y 30 puntos que llevaron a colocar una ventaja de 22 unidades.

 

El “Tri” nunca bajó los brazos y estuvo cerca de dar la vuelta en los segundo finales, al acercarse a tres puntos, con menos de un minuto por jugar, pero la experiencia de Puerto Rico fue clave en la primera derrota de las jóvenes dirigidas por Ramos.

 

Luna lideró a las mexicanas con 17 puntos en promedio por partido.

Luna lideró a las mexicanas con 17 puntos en promedio por partido. | Fuente: FIBA

 

Perder el primer lugar del grupo costó caro y el siguiente titán a enfrentar en semfinales fue Cuba. Clasificadas entre las mejores 20 del ranking mundial, las antillanas salieron a comerse a México en el primer cuarto y volvieron a plantar a la defensa que no permitió más de 100 puntos en la fase de grupos.

 

Las aztecas sufrieron toda la primera mitad, pero una vez más, sacaron la casta por el equipo y en el cuarto periodo ganaron el parcial (21-28) que las acercó a perder por solo seis puntos, ante las tetracampeonas de América.

 

“México hasta la muerte”, escribió Claudia Ramos en su cuenta de Twitter después de la derrota, dejando entrever que ninguna de las guerreras se darían por vencidas y pelearían hasta el final por la medalla de bronce ante República Domincana.

 

Gladiana Ávila (12) fue la mejor asistente del Tricolor en el torneo.

Gladiana Ávila (12) fue la mejor asistente del Tricolor en el torneo. | Fuente: FIBA

 

El primer periodo en el duelo final fue de ensueño para las chicas mexicanas al adelantarse hasta por 12 unidades, pero el posible exceso de confianza las llevó a ser apabulladas antes de terminar la primera mitad, debido a que perdieron el parcial del segundo cuarto 12 a 31.

 

La vuelta del vestidor, al igual que como fue con Cuba, se vio llena de dominio por parte del “Tricolor”, al ganar el tercer tiempo y dar la voltereta con menos de tres minutos restantes en el partido. Las dominicanas no bajaron el ritmo y estuvieron cerca de empatar, con 30 segundos en el luminoso, pero la escuadra nacional mantuvo la cabeza fría y terminó por llevarse la medalla de bronce en Manatí (85-81).

 

“¡México, lo hicimos! Un equipo que remó contracorriente, pero que se puso al tú por tú con quien se le puso enfrente”, declaró la alera Casandra Asencio en sus redes sociales tras la victoria. “¡Esto somos México (sic.), es de todos! Apoyemos al básquetbol femenil”.

 

 

Con la clasificación al FIBA Américas en sus manos, se espera que la mayoría de estas mujeres continúen en el proceso y que, más adelante, se consiga incluir a elementos como Begoña Faz, de la Universidad de Duke, y la exCETYS Myriam Lara. Cada una de estas ganadoras será esencial para conformar a la siguiente familia, que enfrentará a rivales como Estados Unidos, Argentina, Canadá y Brasil.