Blackberry solía ser uno de los líderes de la telefonía móvil hace poco más de una década. Tristemente hoy en día se encuentra casi desaparecido. ¿A qué se debe esto? Aquí te contamos.
Ahh, el año 2000, aquella época en la que las llamadas telefónicas, los mensajes de texto y los archivos mp3 parecían lo único que necesitábamos en un celular. Y de pronto, de la mano de la empresa conocida como Research in Motion, RIM para los cuates, surgiría un dispositivo que se convertiría en el favorito de muchos: El Blackberry.
¿Por qué la gente quería un Blackberry?
Como nos cuenta José Antonio Pontón, todo se remonta a cierta aplicación de mensajería:
“La gente empezó a adquirir sus equipos porque solo se podían comunicar por Blackberry Messenger al tener un Blackberry, y esa era la decisión de compra de sus dispositivos, una aplicación de mensajería. Por ello se volvió un “boom” el comprar un Blackberry”, afirma Pontón.
¿Y a poco sí? ¿Una simple aplicación era todo lo que la gente buscaba en los dispositivos de esta compañía? Sí… Y no. Como les platicamos en un principio, los mensajes de texto eran cruciales por aquellas épocas en las que Blackberry reinaba; sin embargo, los mismos se veían limitados por los planes y tarifas de las proveedoras de telefonía. RIM vio ahí mismo la oportunidad de Blackberry Messenger para brillar, optando por una conexión por internet. De este modo, no había límite en la cantidad de mensajes que podías enviar.
La exclusividad del «BBM»
Además, debido a que únicamente usuarios de un teléfono Blackberry podían acceder a la susodicha aplicación, esta se volvió un elemento exclusivo, que, debido a su funcionamiento innovador para la época, representaba un punto de venta importante para los usuarios.
Pero espera, hay más. Resulta que el BBM no era el único atractivo de estos celulares. La seguridad siempre fue algo digno de presumir para RIM, pues los mensajes enviados por esta aplicación de mensajería tan famosa pasaban por un proceso de encriptación, volviendo a la misma una alternativa mucho más segura y confiable que los SMS tradicionales. Incluso, el a día de hoy añejo teclado físico solía ser la onda en su tiempo, pues resultaba un teclado mucho más cómodo y con una buena curva de aprendizaje en comparación a muchos competidores.
El fantasma del pasado
Para quien se atreva a negar el rotundo éxito de esta compañía y sus dispositivos, resulta que estos teléfonos de la “zarzamora” llegaron a hacerse con el 20 por ciento del mercado global de telefonía móvil. Y sí, eso es mucho, por si alguien por ahí se lo llegó a preguntar. Eso sí, los Blackberry se convirtieron en el mero mole de los Estados Unidos, pues por ahí del 2006 – 2007, en este país se Blackberry tenía en su poder el 40 por ciento de la telefonía móvil.
Sin embargo, la presencia de la empresa a día de hoy no es más que un fantasma, incapaz de compararse a lo que alguna vez fue este titán en el sector tecnológico. ¿Cómo pasó esto?
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El verdugo: El iPhone
Dos palabras: Steve Jobs. La llegada del iPhone en el año 2007 representó un punto de quiebre para la telefonía móvil. Las pantallas táctiles y los teclados por software habían llegado para quedarse. No obstante, Blackberry se durmió en sus laureles, categorizando a la alternativa de Apple como una orientada a jóvenes, usuarios más casuales. Por su parte, RIM continuaría apostando por su público más fiel, los hombres y las mujeres de negocios, el oficinista y quien se enfocaba en lo laboral a la hora de usar un teléfono.
Desafortunadamente para RIM y sus Blackberry, los iPhones y Android evolucionaban a pasos agigantados ,mientras ellos apostaban por cambios y mejoras estéticas y circunstanciales, la competencia aportaba cambios drásticos tanto en la tecnología de los dispositivos como en la funcionalidad de los mismos. Poco a poco, los iPhone y los dispositivos con Android hacían todo lo que un Blackberry, y bastante mejor.
¿Quién querría un Blackberry?
El atractivo y exclusividad de esta empresa se volvía más y más difuso. Nuevas aplicaciones de mensajería llegaron para reemplazar a la alguna vez deseada BBM, la encriptación no tardó en alcanzar los teléfonos de Apple y Google.
¿En general cuál fue el fallo de Blackberry? La falta de visión, y, en consecuencia, de innovación. Los directivos de RIM jamás esperaron que sus consumidores más acérrimos fueran atrapados por la competencia tan pronto, mucho menos optaron por mejorar sus terminales al mismo ritmo que lo hacían sus rivales. Como la historia lo ha demostrado, esto les pasó una factura muy costosa.
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Blackberry en la actualidad
Esta empresa sigue por ahí actualmente. A pesar de no ser ellos quienes crean sus dispositivos, hay distribuidores de equipos de Android que adquieren la licencia de la compañía. Blackberry aún apuesta por la seguridad y los teclados físicos como puntos atractivos de venta, mas estos han probado no ser atractivos para los consumidores actuales. A día de hoy, de los cientos de millones de dispositivos móviles que se venden anualmente, apenas unos cientos de miles provienen de Blackberry.
¿Hay esperanza para la empresa como la conocemos hoy en día?
A no ser que de pronto de pronto Blackberry se ilumine y cambie radicalmente su estrategia de venta, no parece que mucho vaya a cambiar en un futuro cercano. Aquello por lo que la compañía continúa apostando ya no es tan relevante o sorprendente como a inicios de la década pasada. Además, la gente se siente más que cómoda con iOS y Android, tanto así que nuevos competidores que han venido a reclamar un trozo del pastel han terminado en el olvido. En esta época o unes fuerzas con los dos gigantes dueños del mercado, o puedes ir empacando tus maletas.
