«Love brings Love” era una de las frases características del antes diseñador de Lanvin. Por eso no fue sorpresa que el nombre de este personaje estuviera presente del desfile que celebró su trayectoria. Participaron más de 40 diseñadores de alrededor de todo el mundo para rendir homenaje al difunto diseñador marroquí, Alber Elbaz, y así dar cierre a la semana de la moda en París. 

¿Quién fue Alber Elbaz?

Alber Elbaz fue un diseñador de origen marroquí, conocido por su trabajo con Yves Saint Laurent (de quien fue aprendiz) y más tarde por su gran evolución se convirtió en director creativo en la casa parisina Lanvin.  

Famoso por plasmar sueños en prendas llenas de color para nutrir el armario de las mujeres. Después de dejar la dirección creativa de Lanvin fundó AZ Factory, un proyecto creativo que repensaba los fundamentos de la industria fashionista. Este suponía encontrar soluciones estéticas para la moda femenina en múltiples tallas. 

Alber fue una persona caracterizada por su humildad. Y en una de sus últimas entrevistas con Vogue admitió que cuando llegó a trabajar para YSL no quiso empezar de cero. Sino que se dejó inspirar por la historia de la marca y el equipo de la misma. Murió a principios de 2021 por causas relacionadas con Covid-19 a los 59 años de edad, lo que devastó a la comunidad de la industria alrededor del mundo.

El desfile 

Titulado “Love Brings Love” tomó lugar el 5 de octubre en la capital francesa como cierre de la PFW y se dividió en dos partes. La primera, en la que más de 40 diseñadores de las casas modistas más importantes del mundo reinterpretaron los elementos que caracterizaban el trabajo de Elbaz como couturier. Entre estos diseñadores se encontraban Donatella Versace, Vivienne Westwood y Giorgio Armani. 

Durante la segunda mitad del show, los integrantes del equipo de AZ Factory plasmaron la personalidad del creativo en coloridos diseños que celebraban el talento y la trayectoria del difunto diseñador. 

Para cerrar el show, las modelos que lucían los divertidos e inspiradores diseños se montaron en una escenografía que permitía apreciarlos en conjunto, mientras bailaban al son de “Love Train”.  Una celebración a la vida del magnífico Alber.